Page 7 - HUELLAS 2020
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Identidad Ignaciana
Huellas ignacianas Esta descripción que hace Nadal de Ig- un momento de síntesis y se da cuenta
en tiempos de cambio nacio siempre me ha cautivado, pero so- de que elegir es bueno. Que eligiendo
pone en juego su libertad.
bre todo en este tiempo de tanto cam-
bio, de tantas idas y vueltas. Esta reseña
Él va a servir a Dios eligiendo. Eligiendo
habla de un Ignacio que ha madurado en
su vida de fe, y puede ser para nosotros bien, eligiendo lo que a Dios le agrada.
¿Pero cómo distinguir entre lo que agra-
como un faro que nos oriente en nues- da a Dios, sus necesidades y sus gustos?
tro propio proceso de crecimiento en la ¿Cómo elegir desde Dios y no desde su
vida.
ego?
Esta relación de familiaridad con Dios, Ignacio va a darles lugar a sus senti-
que se fue gestando en Ignacio, es fruto mientos y emociones, a sus miedos y
de un proceso, de estar atento a lo que deseos, y a las distintas mociones que
pasa en su interior, de una búsqueda de se presentan en su ánimo.
Dios, de aprendizajes vitales y de me- P. Jorge Black, SJ
morias agradecidas, que lo abren a una Se permite experimentar sus sentimien- Vicerrector
confianza sin ataduras. Nos puede ayu- tos y emociones, los nombra. Distingue
Ignacio seguía al Espíritu dar seguir su itinerario a través de estos de dónde vienen y adónde lo llevan. Si
tres pasos: son necesidades y deseos; si son tenta-
no se adelantaba. ciones del mal espíritu o si son consola-
De ese modo, 1. Discernimiento. ciones del buen espíritu.
Para poder discernir bien se hace indi- Ese conocimiento y familiaridad con Je-
era conducido con suavidad 2. Conocimiento interno de sí mismo, ferente, busca tomar la distancia nece- sús, le permite reconocer el don de Dios
del Señor y de sus dones. en su vida y en toda la creación. Sentir
a donde no sabía. saria para ver las cosas con mayor pers-
3. Para buscar y hallar a Dios en todas pectiva y, así, reconocer la invitación de y gustar cómo está en la realidad “dándo-
Poco a poco, las cosas. Dios, distinguiéndola de las tentacio- la y dándose en ella” (EE. 234); está en la
nes, fantasías y apegos desordenados. realidad “habitando” (EE. 235); está en la
se le abría el camino, realidad “trabajando” (EE. 236) y está en
y lo iba recorriendo. 1. Discernimiento la realidad “descendiendo” (EE. 237).
San Ignacio desde la convalecencia, en 2. Conocimiento interno de sí Así, Ignacio crece en el conocimiento
Sabiamente ignorante, el castillo de Loyola, siente, a través de mismo, del Señor y de su llamado interno de ese don de Dios que lo llama a
puesto sencillamente la lectura de unos libros sobre la vida de Este ejercicio de discernimiento que participar.
Cristo y la vida de los santos, la necesi- hace Ignacio, estas pausas en el camino
su corazón en Cristo. dad de entregarse al servicio de Dios. para sentir y gustar internamente, fueron
Ser de Dios y para Dios. Así comienza su aportándole un mayor conocimiento in- 3. Para buscar y hallar a Dios en
nueva vida de peregrino. Una vida en la terno de sí mismo, de sus afectos desor- todas las cosas
Jerónimo Nadal SJ que está expuesto a búsquedas, dudas, denados, de sus apegos y dependencias. Hemos acompañado a Ignacio en su iti-
inseguridades y vacilaciones. En la que Ese conocimiento interno de sí le permi- nerario. Un camino o una llamada que
permanentemente se va a ver forzado a tió reconciliarse y cambiar, lo hizo más llena la vida de sentido. Buscar y hallar
elegir.
humilde y menos dependiente de sus a Dios en todas las cosas es fruto de la
En su peregrinar, va a ir de las cosas que impulsos. Lo liberó para poder levantar disposición personal para “buscar”, y de
él quería hacer por Cristo (donde él era la mirada y verse a sí mismo desde el la gracia para “hallar”.
el protagonista), a un estar atento a las amor de Dios. La experiencia de Ignacio se nos presen-
invitaciones del Espíritu, a un dejarse Y así, desde ese estar con Dios, fue cre- ta como don y tarea. Como una invita-
conducir por Dios.
ciendo en el conocimiento interno del Se- ción a transitar la vida haciéndonos car-
En este peregrinar hacia Jerusalén y ñor, fue conociendo sus deseos, lo que go de nuestro propio caminar. Como un
hacia su intimidad, va a experimentar el le agradaba. Se fue identificando con la horizonte de sentido. Como un llamado
desafío de tener que elegir el camino a persona de Jesús. Movido por el deseo a vivir plenamente conscientes, compe-
seguir, luchando contra sus escrúpulos y de conocerlo y amarlo cada día más. Fue tentes, compasivos y comprometidos
buscando consejo en quienes lo puedan eligiendo, desde ese amor que lo movía, en un mundo que nos necesita.
ayudar en su proceso. Hasta que tiene el camino a seguir…
¿Te animás?
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